Once pequeños del Espacio de Michelle celebran su Primera Comunión en un emotivo evento de fe e inclusión

Once niños del Espacio de Michelle celebran su Primera Comunión en la Universidad Anáhuac Cancún, destacando fe, inclusión y amor familiar.

Regreso a clases en Cancún: entusiasmo en la Anáhuac y La Salle

Daniela Vara motiva a universitarios a elevar los estándares en Cancún

Once niños del Espacio de Michelle reciben su Primera Comunión en la Universidad Anáhuac Cancún, en una ceremonia que celebra la fe, la inclusión y el amor familiar.

La Iglesia Universitaria de Santa María de Guadalupe, ubicada en la Universidad Anáhuac Cancún, fue testigo de un emotivo encuentro el pasado fin de semana. Once niños del Espacio de Michelle, un centro terapéutico especializado en la atención de niños con síndrome de Down, celebraron su Primera Comunión, un momento lleno de fe, esperanza y unión familiar.

La misa, oficiada por el presbítero Jesús Quirce Andrés, L.C., rector de la universidad, se destacó por su calidez y espiritualidad. Durante la ceremonia, los pequeños, acompañados de sus familias y padrinos, recibieron por primera vez el sacramento de la Eucaristía, tras meses de preparación en los que se destacó la importancia del amor y la fe en sus vidas.

El Espacio de Michelle: un refugio para soñar y crecer

Detrás de esta significativa celebración está el Espacio de Michelle, una institución fundada el 19 de abril de 2013 por Gloria Torruco. Inspirada por su hija Michelle, quien nació con síndrome de Down, Torruco creó este centro en Cancún, Quintana Roo, con la misión de ofrecer un espacio integral donde los niños con esta condición puedan desarrollarse plenamente.

"Nuestro propósito es sembrar amor, admiración y respeto hacia los niños y niñas con síndrome de Down. Queremos inspirar a las nuevas generaciones a valorar la inclusión y la empatía", explicó Gloria Torruco.

Con instalaciones modernas y un equipo de profesionales especializados, el Espacio de Michelle se ha convertido en un pilar para las familias de Cancún, ofreciendo atención terapéutica y educativa de la más alta calidad.

Una celebración para recordar

Al concluir la ceremonia religiosa, los asistentes disfrutaron de un desayuno en honor a los niños, que se convirtió en un momento de convivencia lleno de alegría y gratitud. Las sonrisas de los pequeños y el entusiasmo de sus familias recordaron a todos la importancia de trabajar juntos por una sociedad más inclusiva y amorosa.

Este evento no solo marcó un hito en la vida espiritual de los pequeños, sino que también destacó el impacto positivo del Espacio de Michelle como una fuente de esperanza y apoyo para la comunidad. Sin duda, una celebración que resonará en los corazones de todos los presentes.